De viaje con Martina

Ya hemos hecho varios viajes con nuestra espartana, nunca de más de dos horas de avión, y digamos que han sido algo estresante,  es por esto que cuando se nos planteó un viaje familiar lo primero que se nos vino a la cabeza fue "¿Cómo nos lo montamos esta vez?"

Aunque en otras ocasiones, tanto traqueteo del aeropuerto como la interminable espera hasta poder acceder al avión habían ayudado a que ella se estresara y cualquier cosa fuera motivo de gritos y llanto, una vez dentro del avión la manera de tenerla entretenida es alejándola del pasillo y una tablet con batería y "material" descargado.

Llegó el día del viaje, en el aeropuerto temprano, nuestra guerrera nos dio el mejor viaje de todos, estuvo calmada, no lloró y todos tuvimos un viaje muy relajado. Me imagino que ayudó subida de medicación que tuvo esa misma semana. Toma un antipsicótico desde hace casi un año para que esté más tranquila y le van subiendo según lo va necesitando.

También el hecho de viajar con más familiares ayudó mucho, ya que las caras conocidas le dan tranquilidad.

Ninguna apnea en cuatro días es un logro!! Con sus niveles de ansiedad controlados, pudimos disfrutar de unos días en familia en un marco incomparable.

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Un abrazo enorme a todos!!!!!!